Actividad T4 (I)

En las cuatro lecturas expuestas en la primera entrada al blog Documentación científica, he extraído varios puntos de interés o análisis, para finalmente centrarme en la idea que más me ha llamado la atención: “la información no es buena cuando se produce, sino cuando se utiliza” ( Pérez Álvarez-Ossorio, J.R, 1990:4)

Sobre la primera lectura de Robert Day, señalar conceptos claves como reproductibilidad. La necesidad de hacer pública la ciencia que hemos producido. De nada o de poco vale, generar conocimiento y guardarlo en un cajón, es necesario hacerlo público a la sociedad para que sirva, para darle salida y ponerla en práctica. Este concepto va muy ligado a la necesidad de la claridad a la hora de publicar esta ciencia que hemos producido. Si producimos y hacemos público un conocimiento de forma poco clara, será inútil, ya que no conseguiremos que el conocimiento traspase fronteras y la gente lo entienda. Además esta producción de conocimiento, tiene que llegar al receptor de forma eficaz. Si no se producirá el efecto del silencio del árbol caído en bosque vacío. Si no llega “la señal” a los receptores, es como si este conocimiento no se hubiera producido. Otro punto relevante que trata, es la necesidad de utilizar un lenguaje comprensible, alejado de literatura y terminología abstracta, si el lenguaje no se entiende, de nuevo caeremos en un cajón sin fondo.
La suma o mezcla de estos conceptos, me remonta a mis años en la facultad de Publicidad, donde la máxima (en este caso comercial) es hacer llegar nuestro mensaje, de la manera más eficaz, a nuestro público objetivo. Es la función principal de la publicidad. A través de esta publicidad, de este hacer público el mensaje/producto, las marcas consiguen que su público objetivo, sus clientes/target, lo conozcan. Si no hay conocimiento de un producto o cosa, difícilmente se va a consumir.
Me detendré en la idea que comentaba al comienzo de esta entrada: la información no es buena cuando se produce, sino cuando se utiliza” ( Pérez Álvarez-Ossorio, J.R, 1990:4)

Esta es una cuestión que me ha llevado a más de un quebradero de cabeza en la Universidad, concretamente cuando cursaba (en esta misma, UPNA), mis estudios de máster en sociología. Tras ver desfilar diferentes disciplinas y especialistas de “la sociedad” y el análisis de su funcionamiento, me irritaba la idea de pensar que todo ese conocimiento, tan práctico aparentemente para la sociedad, quedara relegado al fondo de una estantería de biblioteca. ¿No serían los órganos de gobierno encargados de gestionar la sociedad, donde deberían de incidir estos documentos?, ¿de qué sirve estudiar el funcionamiento de una sociedad y ver sus carencias y posibles soluciones si eso no se aplica de manera práctica en la sociedad?, ¿de qué sirve la sociología si no llega a la sociedad?. Esta cuestión la plantee en alguna sesión, con respuestas diversas pero siempre con conclusiones vagas… Es algo a lo que creo que nunca llegaré a una respuesta clara, aunque yo tenga la mía propia.

Comentarios

  1. Es una cuestión básica de comunicación: es tarea del emisor esforzarse por que el mensaje se reciba y se descodifique. Es muy de "científico de torre de marfil" indignarse porque los demás no vienen a buscar mi magnífico conocimiento, lo asimilan y lo aprecian... bueno, creo yo. De eso va este curso, de que nos concienciemos de que la comunicación de los resultados centíficos es consustancial a la propia ciencia, aunque no sea la parte que más nos "divierta".

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