Temo que su artículo no encaja en nuestra revista...

Temo que su artículo no encaja en nuestra revista... Así podría comenzar la carta de vuelta más temida entre los círculos científicos, cuando se espera la respuesta a una petición de publicación.
La ciencia ha llegado a un nivel de especialización tal, que se considera que solo los propios científicos son aptos para evaluar y validar las investigaciones aptas.
La revisión por pares, se considera en la actualidad el método más riguroso para hacer a un proyecto merecedor de una financiación o a un artículo valido para ser publicado.
Estos revisores en la mayoría de los casos, realizan esta función "por amor al arte/ciencia" digamos. Es una labor que se considera dada por hecha, ya que se espera que a la vez que tu corriges con el mayor rigor, en el caso de que tu tengas que enviar un artículo a una revista, hagan lo propio con tu proyecto. Esto en parte suena correcto, ya que a priori, parece que no hay un fin lucrativo claro, por lo que este toque altruista podría hacer "bien" al proceso. Esta forma de proceder, puede tener un defecto claro, y es que si el editor (persona encargada de nombrar a los revisores), tiene cierta afinidad con in investigador, este puede derivar su proyecto al revisor más afable, y en el caso de tener cierta tensión con el aspirante, derivar su propuesta al revisor más duro... Se dice que tal vez este sistema (por pares), es al desarrollo de la ciencia, lo mismo que la democracia al gobierno de las naciones. Y no parece desacertada esta afirmación, ya que parece por el momento la más eficaz pero no infalible, debido a que encontramos defectos y dificultades para su correcto desarrollo.
Otro de los posibles defectos que podemos encontrar en este camino, sería el temido robo de ideas. Hay científicos que consideran que si realmente tienen algo bueno entre las manos, no lo envían primero a una revista para su publicación. Esto se debe a que puede suceder que un gran proyecto sea rechazado, para que posteriormente (el revisor), le gane el pulso al candidato a la publicación, o que por contra no sea considerado merecedor de su publicación, pero posteriormente ha sido galardonado con el Nobel, como ya ha sucedido.
La solución a esa deficiencia, podría ser utilizar a varios evaluadores (como ya sucede), y además que tengan distancia geográfica generosa con el candidato.
La evaluación a cargo de varios revisores, resulta esencial para que no caiga todo el peso de la decisión sobre una sola persona, un solo criterio. La discusión y comparación al menos entre dos revisores, proporciona eficacia en el proceso. Por otro lado, la distancia geográfica con el evaluado, casi resulta imprescindible, llegando incluso a preferir evaluadores extranjeros, con ello podemos conseguir evitar posibles amiguismos.



Comentarios

  1. "La ciencia ha llegado a un nivel de especialización tal, que se considera que solo los propios científicos son aptos para evaluar y validar las investigaciones aptas." No es una cuestión de especialización, creo ¿Quien podría hacerlo?

    Interesante conjunto de reflexiones variadas.

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    Respuestas
    1. Tal vez me falto añadir: "solo los científicos especialistas de la materia, son aptos para evaluar y validar las investigaciones aptas". No hay apenas espacio para la interdisciplinariedad. En mi opinión. Un historiador doctor en historia medieval, no es apto para corregir un artículo que hable de acontecimientos históricos actuales.

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