Yo solo sé que no sé nada... de Historia

En el campo/ciencia que a mi me concierne, encontramos de nuevo diversos paradigmas y revisiones en cuanto a metodología historiográfica. Las diferencias metodológicas entre ciencia e historia son evidentes, pero considero que coinciden en eso que se llama la “paradoja del conocimiento”. Siempre ha sido un tema que me ha intrigado, pero de la misma manera, considero que esa intriga se plantea infinita. A lo largo del tiempo, hemos asistido y seguimos asistiendo a nuevos paradigmas, análisis y revisiones de la metodología que la historiografía utiliza. Afrontar la historia, es un reto complicado de sobrellevar, ya que el “echo” a analizar se encuentra en una posición pasada respecto al historiador, por lo que abordar cuestiones que ya han sucedido se antoja difícil por la distancia con el objeto a tratar. Siempre se depende de las fuentes que el historiador considere imprescindibles, y “objetivas”, además que la experiencia nos ha demostrado que para describir determinados procesos, siempre se nos escaparán fuentes o testimonios que han quedado en el anonimato, sepultados por el pasado. Hector Abad Faciolince, en su Traiciones de la memoria (2010), habla de esta dificultad de estudiar el pasado desde el presente. Cuando se padre es asesinado, Faciolince encuentra en la chaqueta de su padre un pequeño poema, su interés por conocer la autoría del mismo, le llevarán a recorrer un camino de incertidumbres, rumores y dudas. Nos plantea la idea de la inconsistencia del pasado, en ocasiones tan difícil de hallar como la consistencia del futuro. (Ortiz Cassiani, 2015). Para Abad Faciolince (2010), los seres humanos construimos verdades precarias a través de la suma de los recuerdos imprecisos, menos los distintos olvidos.Tener que afrontar el pasado desde el presente, e intentar hacerlo de una manera “objetiva”, desde mi punto de vista es imposible. Principalmente porque el agente que estudia es un ser humano, y la idea de verdad y conocimiento que él ha configurado solo es eso, una idea, que le sirve para poder avanzar y realizar su máxima función de comunicación. Pero no hay que olvidar que el ser humano solo es eso, un ser humano y que sus imperfecciones le limitan, por lo tanto desde mi visión, la perfección en los análisis e interpretaciones es imposible, podemos intentar nuevos paradigmas y revisar los pasados, pero el reto de la perfección se me antoja complicado.
Otro punto clave para discutir este perfeccionamiento (o no) de la metodología historiográfica, sería el polémico debate que se construye alrededor de la idea de “la historia la escriben los vencedores”, producida por G. Orwell (1903-1950) y posteriormente popularizada por Winston Churchill (1944). Esto nos hace pensar que lo que consideramos “verdad” histórica, en ocasiones puede estar contaminado por intereses de poder/ideológicos. Un ejemplo de esto, lo podemos encontrar en el intento revisionista de ciertos historiadores alemanes, con el propósito de suavizar el Holocausto en favor de calmar la conciencia a la sociedad alemana. (Archila, 1999)
Es así, que si trasladamos el debate de la paradoja del conocimiento a la historia, encontramos graves deficiencias en esta búsqueda del rigor y el progreso intelectual.

Comentarios

  1. Siendo muy interesante lo que comentas, no deja de ser algo introspectivo, la historia mirándose a sí misma. Una de las cosas que puede ser interesante de este curso es mirar la propia disciplina desde fuera, por comparación o analogía con las de los compañeros. Las lecturas recomendadas también buscan eso, generar una mirada desde otro ámbito.

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